Patrimonio

Los arquitectos del Liceu de Barcelona asumen la reconstrucción del Defensora Sollerense

El Ayuntamiento de Sóller ha adjudicado la redacción del proyecto de reconstrucción del teatro a los estudios de arquitectura Dilmé Fabré Torras i Associats y Biel Palou Cantallops

El Defensora Sollerense

El Defensora Sollerense / Joan Mora

El Ayuntamiento de Sóller ha adjudicado esta semana la redacción del proyecto de reconstrucción del teatro Defensora Sollerense a los estudios de arquitectura Dilmé Fabré Torras i Associats y Biel Palou Cantallops, al ser la propuesta que ha obtenido la mayor puntuación.

La redacción del proyecto arquitectónico supondrá una inversión de 336.000 euros, una cantidad sensiblemente inferior al presupuesto inicial previsto por el consistorio, que había reservado medio millón de euros para encargar la elaboración de los planos de reconstrucción. Esta inversión será financiada mediante una ayuda concedida por el Govern balear a través de los fondos del Impuesto de Turismo Sostenible (ITS).

El despacho Dilmé Fabré Torras i Associats cuenta con una amplia trayectoria en el ámbito de la restauración y construcción de espacios vinculados al espectáculo y la cultura. Entre sus obras más destacadas figuran la reconstrucción del Gran Teatre del Liceu de Barcelona, el Teatre Principal de Sabadell o la Ópera de Salzburgo, entre muchos otros proyectos que forman parte de su portfolio.

Vías de negociación

El ayuntamiento prevé que de aquí al mes de febrero del próximo año ya pueda disponer de los planos de la reconstrucción y el presupuesto definitivo. El consistorio prevé, mientras tanto, abrir vías de negociación con el Govern y Consell para buscar financiación al proyecto, del que el primer anteproyecto preveía que la reconstrucción del teatro supondrá una inversión que rondará los cinco millones de euros.

El teatro se desplomó en septiembre de 2023 durante la ejecución de la segunda fase de restauración del edificio. Un informe elaborado por un perito externo determinó que la caída del edificio fue propiciado por el mal estado de una de las paredes del edificio, atribuyendo las culpas al equipo técnico que entonces dirigía las obras de reconstrucción del teatro.

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